O'FUNK'ILLO REGRESAN A LO GRANDE - Sala Q (15/1/10)

Hay grupos que tienen un magnetismo especial. No solo eso sino que son capaces de desarrollar una onda expansiva de energía positiva a su alrededor gracias a su actitud y buenas maneras. Si además son divertidos y extraordinarios músicos la cosa no puede pintar mejor. Pero si encima se vuelven a reunir tras casi cuatro años de separación y juegan en casa con un público sediento de "funky embrutessío" podemos afirmar sin temor a equivocarnos que vamos a vivir una noche mágica.

Tras peleas, cruce de posicionamientos en internet, batallas varias y un mal rollismo que aún parece later en la vida diaria de los miembros de la banda, hace unas cuantas semanas anunciaron que volvían para celebrar el décimo aniversario de su primer lanzamiento, aquella maqueta que dejó con el pié cambiado a tanta gente. El auténtico motivo de su reconciliación sobre las tablas es el dinero, ellos mismos lo reconocen sin tapujos, (ya era hora de que una banda no se subiera al tren del cinismo), algo que les honra. Pero creo que el viernes pasado a nadie le importaban todas estas chorradas. La gente iba a divertirse y a ver a una banda absolútamente única. Y vaya si la vimos y nos divertimos...

Con puntualidad inglesa empieza a sonar el bajo acelerado de Pepe Bao, inconfundible. Los Riñones Al Jerez atruenan nuestros oidos y comienza la fiesta. Andreas Lutz ha ganado unos cuantos kilos pero sigue siendo un gran frontman y Javi Lynch Marssiano es un guitarrista versátil y con mil tablas, (y nos demostró que con el cable de la guitarra, su calva y los pedales de la guitarra puede convertirse en una caja de fectos sonoros bastante original) además de tener talento y personalidad para dar y regalar. De Pepe Bao qué voy a decir... lo considero el mejor bajista de este país muy por encima del resto. Lo mismo toca el bajo con una baqueta, que con un vaso de chupito, que con una botella de Ballantines o se toca flamenco, blues o se convierte en una ametralladora vertiginosamente rápida, vacilona y funky. No por casualidad en su curriculum se encuentran Barón Rojo, Medina Azahara, Raimundo Amador, Triana, Manolo García, Sopa de Cabra, Duncan Dhu, Remedios Amaya o su banda particular además de Cusha! y O'Funk'Illo, Maneta de Kamioneta. Ahora voy a coger un poco de aliento para seguir...

El repertorio fue lo que tenía que ser todos los temas que la gente esperaba. El Campito, Todo Pa La Pacha Mama, Al Rollo Del Cogollo, Dinero En Los Bolsillos, Nos Vamos Par Keli (reconvertida en No Nos Vamos Par Keli), Esos Cuennos o una espectacular y enloquecida A Jierro! Uno tras otro, la gente que se amontonaba en la Sala Q no paraba de botar y de cantar, disfrutando como enanos y embruteciéndose cada vez más. Gente flotando por encima de las manos de todos, subiendo al escenario lo mismo para cantar con la banda, que para bailar y por supuesto todos para lanzarse en plancha al público que hacía de efectivo colchón.

También se dejaron ver por el escenario Manuel Molina (Lole y Manuel) y su hija, la hiperpreñada Alba Molina así como el cantante de La SelvaSur y el Vikingo, ex de Narco que también hizo los coros durante toda la noche. Tras mucho funky y grandes dosis de hard rock, metal y algo de flamenco y reggae llega el final del show y nadie les dejaba irse. Vuelven y se tocan el Killing The Name de los RATM con ese particular estribillo... ¡qué te pica la tocha! coreado por todo el mundo. Viendo que era imposible largarse interpretan el tema de la banda sonora de South Park, el cual ya habian versionado y grabado en el pasado y al final de nuevo el Nos Vamos Pal Keli, con la gente aún ansiosa de seguir dos horas y media más y lo que hiciera falta.

Mucha emoción y la esperanza flotando en el aire de que esto no sea algo momentaneo y efímero sino que tenga continuidad aunque sea cada X tiempo y que se lo tomen con calma pero que de vez en cuando aparten sus diferencias y nos sigan brindando más noches memorables como la del viernes 15 de enero. Y si es posible algo de material nuevo en el futuro, cuando sea y cómo sea. Estos cabrones crearon algo muy grande y original y murió demasiado pronto. Por pedir que no quede...