sábado, 25 de enero de 2014

REDD KROSS - Sala El Sol, Madrid (21/1/2014)


En el mundillo del rock hay algunas bandas que están hechas de otra pasta. De un material que por alguna extraña colisión entre factores que no alcanzo aún a determinar con total precisión y en sus magnitudes exactas, ha producido unos cuantos superdotados en cuanto a actitud. Dejando a un lado la creatividad, el ingenio, la solvencia y el gancho a la hora de componer canciones y darles forma, porque de todo eso van sobrados los Redd Kross. Pero aparte hay ciertos individuos que sabes que juntos encima de un escenario y defendiendo su fantástico material, a no ser que haya una ecatombe o que las circunstancias sean desfavorables por algún motivo, difícilmente van a dar un mal concierto. Por supuesto que tendrán noches mediocres pero la proporción debe de ser ridícula. ¿Uno de cada 50 conciertos? ¿De cada 100? No tengo ni idea. De lo que sí tengo total certeza es de que la fama que se tienen ganada a pulso desde hace ya más de tres décadas no es inmerecida porque "vaya tela" cómo se las gastan.

Lo primero es lo primero. Los hermanos McDonald tienen una fe inquebrantable en lo que hacen. Jeff es un excelente maestro de ceremonias, no para de divertirse y se complementa a las mil maravillas con su hermano Steve. Este por su parte parece que cada día está más joven, fue la auténtica estrella de la noche, salvajeando y sudando la gota gorda, tocando endemoniado y dejándose la piel. Defienden con uñas y dientes el repertorio, saben manejar al público a su antojo, tienen carisma y son capaces de dejar boquiabierto al más escéptico. ¿La prueba? Me llevé a un amigo al concierto que no los había escuchado jamás de los jamases. No sabía de qué iba el rollo, ni una sola canción y tenía sus dudas. Tras un par de temas, viendo lo que estaba sucediendo, su desconfianza se disipó de inmediato. Pulgares arriba.


Luego está lo de Roy McDonald y Jason Shapiro. El batería es un auténtico bombardero lanzando misilazos con los parches. Una contundencia aplastante y más de algún momento que me dejó impresionado. Entré en la sala cuando ya habían acabado Challenger, en una estúpida tradición involuntaria de no llegar a tiempo a menudo para ver a los teloneros, con lo que estaba totalmente lleno el aforo y aún estando cerca del escenario me encontraba lo suficientemente escorado como para no apreciarlo apenas, Y aunque no tuviera mucha referencia visual con él eso me dio casi una noción más objetiva de cómo le daba un empuje enorme al sonido de la banda y de cómo la gente meneaba la cabeza con el ritmo del muy bestia. Y encima Jason Shapiro, un guitarrista excepcional. Muy hardrockero e incluso punk en su forma de tocar, pegando un par de zancadas hacia delante para arengar un poco a las primeras filas y luego otro par de zancadas hacia atrás. Se adelantaba, se marcaba el solo poniendo caras de ferocidad y volvía a sus sitio sin parar de moverse, tocando con muchísima energía, sí, pero también clavando las canciones. 

Teniendo ya el público en el bolsillo por su entusiasmo y entrega ya solo quedaba redondearlo con un set-list que para mi fue perfecto. Interpretaron la mayoría de sus clásicos, defendieron su extraordinario último disco, se tocaron alguna como Jimmy's Fantasy que es una de mis favoritas y creo que apenas la han sacado de la chistera en la gira española, hicieron un último tramo muy punk para mi regocijo y cerraron con el imponente Deuce de Kiss que les sienta como a Mónica Bellucci un traje ajustado de látex, vamos, tremendo.


Encima tuve tiempo después del concierto de volver a ver al amigo Savoy Truffle, de conocer por fin "in person" al gran Johnny JJ, tomarnos un último biberón y para casita. La noche fue redonda, desde luego que estos tíos valen los 18€ de la entrada, viendo algunos precios disparatados en el último año en la capital de 30€ para arriba en bolos que no le llegan al de los californianos ni a la uña del dedo meñique del pie. Es evidente que cada uno hace con su dinero lo que le da la gana pero estoy seguro de que más de uno y de dos se replantearían su concepto de guita bien invertida después de ver un show de esta gente. Si cumplen su promesa de despedida probablemente en 2015 volvamos a tener la oportunidad de repetir la experiencia.

5 comentarios:

Gonzalo dijo...

Gran crónica y reflexiones. Que envidia. Redd Kross son muy buenos e intensos, muy rock'n'roll sin dejar de ser divertidos. Creo que va siendo hora de volver a ponerme todos sus discos y el dvd del concierto de Madrid de 2007.
Saludos!

KARLAM dijo...

Pero qué me vas contar que no sepa ya? Jajaja! na, en serio, somos unos privilegiados de poder ver todavia bolos como estos. Muy grandes!!

lu dijo...

¡18 pavos! Una ganga, vamos. Estoy por meterme a promotora y traerlos a Sevilla, coño ya!!!!
Felicidades por los 6 añitos de blog, Lorbada, y que sean muchos más.
Besos!

Juanjo Mestre dijo...

Encárgate de Sevilla, Lu, y voy p'allá. Qué bien lo pasamos, tocayo, incluido ese último biberón. Oye, las fotos que has puesto son cojonudas. Abrazo.

Lorbada dijo...

Gonzalo Ramos: no he visto ese DVD pero esta es una buenísima excusa para buscarlo. Al igual que para repasar su discografía, sin duda.

KARLAM: sí que somos unos privilegiados, aún podemos ver en pie a grandes bandas de este calibre. A nuestros hijos se lo contaremos pero dificilmente podrán vivirlo.

Lu: gracias por las felicitaciones. Lo de promotora no es mala idea aunque yo esperaría a ver si bajan el IVA a los conciertos que está la cosa mu mala. Mejor invertir en obra pictórica, que parece que tiene más salidas :p

Johnny JJ: lástima que estuvieramos separados en el concierto, otra vez será. Hice muchas más, ya te paso algunas para que las tengas.

Gracias y un abrazo!