viernes, 28 de febrero de 2014

FLOS MARIAE - Las Runaways De Los Católicos On Line


Cuando la cantera de Cárdenas con Carlos Jesús, Leonardo Dantés, Tamara o Paco Porras convulsionó los cimientos de la sociedad televisiva española y dejó perplejos a millones de personas, como un nuevo enfoque del bufoneo que en este caso era de masas, la gente se llevó las manos a la cabeza. En cuestión de un parpadeo, un suspiro, todo lo que nos provocó risotadas y una cruel altanería hacia gente que se exponía de manera ridícula por unas migajas, apoyados por visionarios de lo inmediato, de la risa despreciativa hacia teóricos loosers que daban prioridad a unos euros antes que a su incalculable y enterrada dignidad, se convirtió en parte de nuestra cotidianidad. Lo convertimos en algo pop. Cada pocos días aparecía un nuevo espectro de pseudo-artista que parecía reflejarse sobre espejos deformes sin darse cuenta de que estaba, no vendiendo su alma, sino subastándola al peor postor en un formato en el cual nosotros mismos éramos parte de la transacción. Porque en muchos casos no ganaban nada más que unos minutos de fama que realmente, aparte de ser un reconocimiento esperpéntico y tragicómico, era una exposición que derramaba su dignidad y nos hacía plantearnos cuestiones sobre su sentido común. 

Pero la paradoja es que al nosotros consumir ese producto nos convertiamos en parte fundamental de la ecuación, en mi opinión éramos el factor más importante del juego. Íbamos al cine a ver una película que tildaba a los protagonistas de freaks  al mismo tiempo que los humillaba o encumbrábamos a una tal Tamara Seisdedos al número uno de las listas de ventas musicales de nuestro país. Había un intercambio de intereses. Una cuenta corriente que tenía una efímera inflamación de una persona que se exponía al escarnio público, unos productores que ganaban dinero con gente emocionalmente inestable (o sin pudor ni conciencia alguna) y a cambio nosotros recibíamos unas cuántas risas y palmadas en la espalda por ser canalizadores de un humor grotesco que nos hacía estar en la honda, que nos divertía, nos hacía sentirnos mejores con nosotros mismos porque pensábamos que jamás caeríamos tan bajo y nos venderíamos por un precio tan irrisorio a un nivel tal descomunal. ¡Menudos perdedores!


Pero cuando te encuentras que en la época del clímax de youtube y de redes sociales, hay gente que hace cosas equiparables pero sin esperar nada a cambio, por puro placer, porque lo cutre es divertido en sí, porque lo importante es no pararse a pensar sino hacerlo, grabarlo, colgarlo y luego ya se verá... muchos pensarán que es síntoma de lo desalmado que está el mundo hoy día y otros lo verán casi como algo reaccionario como un "No Future" del s. XXI o algo así. Contra el corazón y el cerebro. 

Y si nos encontramos con que la motivación es la fe en Dios y en los milagros y que por cumplir una promesa, un grupo de niñas absorve todos los elementos anteriores, se quieren convertir en estrellas pop, vestir como damiselas del S.XV, cantar al de arriba y a sus dogmas, pero al mismo tiempo moverse y gesticular como un pato con reuma, obviar en una canción lógicas de ritmo, melodía, armonía, rima, entonación y gusto estético (esto último es más subjetivo, claro) y revolucionar algo que aún no se qué es... todo ello dentro de una producción musical y un montaje audiovisual propios de parvulario y con unas chicas con un aspecto que va desde Carrie hasta las gemelas de El Resplandor de Kubrick. Entonces se derrumba estrepitosamente toda toda esa parafernalia que os acabo de soltar un poco más arriba y uno se pregunta, no sin antes leerse la teórica historia de este grupo cimentado en la religión y el amor casto, si nos la están dando con queso o es que toda esta película de miedo es cierta, he perdido la razón y me estoy volviendo jodidamente loco porque han grabado una serie de canciones y terroríficos videoclips que no puedo dejar de ver en bucle. ¿Qué cojones me está pasando? ¡¡¿Qué cojones me está pasando?!!


4 comentarios:

javistone dijo...

Has hecho un fantástico análisis del fenomeno cutre-freak de aquella época. No todos se dejaron arrastrar por aquello, me temo que nunca me atrajo todo eso, lo intenté vivir muy de lejos. No me suelo dar de nada, pero evidentemente por mi forma de ser toda la cultura televisiva hispana (late shows, series patrias, cómicos estelares...) no me interesa lo más mínimo. Dicho esto, hay que decir que hoy en día, como bien dices, en esta era de youtube, redes sociales... donde la inmediatez solo es comparable con la innecesidad de medios para lanzarte creativamente (algo que nadie podria decir que es malo), nos encontramos con "productos" como este, en el que la línea entre la autoparodia y lo estrambóticamente real es imposible de diferenciar. Y en esa estamos, con "esto", sobre lo que uno no sabe qué pensar, si tomártelo como broma (mala) o como un preocupante producto de nuestros tiempos.
Toma ladrillo, sí señor.

Lorbada dijo...

Es que es eso precisamente. No sabe uno diferenciar qué porcentaje de broma y de realidad hay aquí y lo jodido es que parece totalmente real. Que no se den cuenta tantas niñas (eje, mujeres...) de qué cagada más gorda están haciendo y de cómo se vana reir todos de ellas, que nadie a su alrededor les asesore y que estén tan orgullosas. Y es que hemos institucionalizado lo freak, lo hemos convertido en algo pop, en contracultura basura... es algo tan cotidiano, joder. Y encima es hipnótico, tan cutre como jodidamente increible, no doy crédito.

Un abrazo

PUPILO DILATADO dijo...

DIOSSSSS!!! Qué bizarrada!, de las que me gustan a mí Lorbada!!!. Atómicos videos que me están planteando que te fusile alguno para recrearme en Pupilandia...o no!, ¿debería de hacerles publicidad gratuita?...

Lorbada dijo...

Pupilo, bizarrada es poco. Es algo que traspasa los límites del conocimiento. Han creado un nuevo estilo musical que aquí el amigo pajarraco define muuy bien
https://www.youtube.com/watch?v=r-UbBpBXhR4&feature=youtube_gdata_player

Fusila lo que quieras jaja, está ya en todas partes.

Abrazo