THE RIGHT ONS - Look Inside Now! (2009)

Si de algo he tenido tiempo en el viaje hacia el concierto de AC/DC en Madrid este fin de semana ha sido de escuchar música. Tenía que anestesiar las incomodidades del autobús y ese analgésico ha sido una acertadísima selección de discos que me han facilitado las 15 horas de viaje. Y de esos discos me gustaría empezar por uno que había escuchado un par de veces y que me había encantado pero que disfrutándolo con algo más de tranquilidad y sin ninguna distracción, más que la misma de degustarlo mientras el paisaje avanza a tu inversa por la carretera, me ha enganchado hasta el punto de hacer lo mismo una y otra vez en bucle.

Ya tuve la oportunidad fallida de verlos en directo hace un par de semanas (en el festival Territorios de Sevilla 09) y me he maldecido unas cuantas veces por haber desaprovechado la ocasión. Pero, lamentos aparte, espero una larga y longeva vida para estos tipos que están empezando a reventar los clichés de muchos que piensan que en este país somos incapaces de hacer un disco de rock a la altura de cualquier sub-producto que venga de fuera y que en ocasiones no son más que copias de copias, sin originalidad y calcando unos patrones comerciales, estructurales o conceptuales de otras obras sin ofrecer nada nuevo ni de calidad. Así a voleo me vienen a la cabeza unos cuantos últimamente aunque tampoco es el momento de hacer sangre sino de presentar sangre... nueva, fresca y con mucho oxígeno.

The Right Ons tienen todas las papeletas para pegar el pelotazo tanto dentro de nuestras fronteras como fuera y no os extrañe de que lo segundo suceda antes que lo primero puesto que aquí a menudo no nos enteramos de que va la cosa hasta que nos revienta en las narices. Con un disco como Look Inside Now! no pueden fallar. Es su segundo álbum y aquí sí que han confirmado todo lo que se dejaron en el tintero en 80.81, su magnífico debut (disponible en Spotify). Noy hay márgen de error ni posibilidad de batacazo alguno. Es un trabajo tan redondo que probablemente mucha gente que no los conozca y los haya visto en su gira reciente por Europa junto a Eli Paperboy Reed se habrá quedado boquiabierto al conocer la procedencia de la banda. Porque juntar influencias de James Brown, Nina Simone, Beatles, The Faces, Sly & The Family Stone y otros tantos no es fácil y al mismo tiempo si la cosa sale bien puede provocar erecciones tan duraderas como para que no te quede sangre en la cabeza durante semanas. Rock & Roll, Funk, Soul... ¿puede disgustar esto a alguien? Todo con descaro y un talento maravilloso para el ritmo, sin dar tregua al piececito que no para de moverse desde el comienzo hasta el final y vuelta a empezar.

Pero sumergiéndonos en las canciones, hay que destacar que en este álbum todo está equilibradísimo. También hay que decir que el productor ha sido el mismo que el de Eli Paperboy Reed, Ed Valauskas y esto se nota por la frescura y espontaniedad de los temas. Ya desde Thanks, abriendo el álbum, queda claro. Buen ritmo y estribillos pegadizos, con las tareas vocales curradas y mucho desparpajo a las guitarras. Imposible quedarse parado o indiferente. Así todo el disco con canciones como Frontline, Look Inside, That's New York (menudo temazo, de mis preferidos), Take It Easy (con mucho soul) o The Right Song, otra inyección de felicidad. Otros temas igual o mejores aunque en otra onda algo más tranquila como A Subtle Hint (en una línea un poco Beatles del White Album) o I Don't Love You Anymore, una canción lenta que comienza de manera susurrante y avanza y crece hasta el éxtasis.

¿Qué puedo comparar a ellos? Pues a veces me recuerdan a Mando Diao, otras a los mejores Atom Rhumba y en otras no me recuerdan a nada ni nadie porque ninguno de los antes mencionados me suenan tan frescos, con un sonido tan enraizado, con tantos matices, ni con tanto feeling. Llamadme entusiasta, exagerado, lo que os dé la gana pero este disco es lo mejor que se ha sacado dentro de nuestras fronteras en 2009 y me atrevería a decir que durante esta década se han editado aquí trabajos que estén a su altura contados con los dedos de una mano... y aún así me sobran dedos.