Para cercionarse de ello solo hay que escuchar pocos segundos de cada una de sus obras. En Snake (2004) utilizan bases electrónicas, mezcladas con sonidos orgánicos que imitan a los primeros y algunas partes llenas de sintetizadores o efectos. Si encima les añaden unas cuantas gitarras ya sean bien cortantes o totalmente espesas, según el tema, puede dar como resultado lo que a mi me parece un álbum totalmente original y extravagante además de sucio y adictivo. Un estilo que bien podría ser endémico de los belgas y que curiosamente decidieron matar en su siguiente trabajo. Kill The Snake (2006) es todo lo opuesto. Es una declaración de intenciones de que no van a ser conformistas y repetir fórmulas. No solo eso sino que van a intentar huir de cada público que conquisten puesto que no les van a dejar estabilizarse con un estilo ni con una fórmula. Aquí todo es mucho más duro y denso y lo rápido y directo toma el control. Otro acierto mayúsculo.
En 2007 dan a luz el que para mi es su mejor disco, I Am The Golden Gate Bridge, siendo posiblemente y quitando todas las capas de distintos colores empleados en sus otros tres trabajos, lo que posiblemente se debe de parecer más a su sonido más natural y menos orientado a un ejercicio de estilo (o quizás me equivoque y sea Kill The Snake). Un álbum equilibrado y con poca electrónica, sin demasiada saturación (al menos en la primera mitad) y con muchas guitarras, mucha batería y mucho bajo. Vamos, que la banda está que se sale tanto a nivel técnico como en las composiciones. Extrañamente hace tres años este disco pasó desapercibido, al menos por aquí y a buen seguro que habría estado en el top ten de más de uno por aquellas fechas.
A finales de 2009 llegó Transylvania. Una nueva vuelta de tuerca que nos lanza hacia las oscuridades y tinieblas de unas canciones inspiradas y llenas de desazón y tenebrosidad. Con ramalazos de su anterior disco en algunas ocasiones pero con temas más densos y a veces más largos. Sin embargo, escuchándolo 3 ó 4 veces uno se da cuenta de que, pese a ser un trabajo dificil, poco a poco se va introduciendo en el subconsciente y te engancha la curiosidad de querer sumergirte en él una y otra vez, esperando volver a sentir esa sensación de romanticismo y descargas de guitarras enfermas de tristeza.
Rise he Moon, The Colour Of Sundown, Lonely Light (con Mark Lanegan al micro), Spinnin' The Black Hole o Make Noise (que parece salida de las fauces de Alice In Chains) son excelentes ejemplos del grupo ante el que estamos. Grandes canciones llenas de matices que forman la columna vertebral de un disco mayúsculo. Que no llega al nivel (bajo mi punto de vista siempre) de I Am The Golden Gate Bridge pero que vuelve a ser de notable alto, como todo lo anteriormente hecho por los belgas.
Si os gustan los grupos con el culo inquieto teneis la discografía (excepto Kill The Snake) en Spotify. Luego me contáis.
2 comentarios:
Me descubres algo nuevo, no losconocia de nada y pinta muy interesante.
Un abrazo
Pues escúchalos que merecen la pena Tsi-Nah-Pah... siempre que te guste este estilo, claro.
Un abrazo
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