Decidido. Me he convertido en fan de los Bellrays. Sin haber escuchado demasiado de ellos (un par de discos un par de veces) y sin conocerme más que 2 ó 3 canciones me presenté el lunes en la sala Malandar de Sevilla con únicamente una cosa clara. Que, por lo leído y por lo visto en muchos vídeos, me esperaba una gran noche de rock & soul. No tenia la menor duda.
Con unos 20 minutos de retraso comienza a salir la banda al escenario. Primero el batería. Fríos aplausos de unas pocas personas. Aparece el bajista, se duplican los aplausos. Luego sube el guitarrista Bon Vennum y ya la ovación es considerable aunque nada parecido a la que se llevó Lisa Kekaula, la imagen más reconocible de una banda que nos iba a dar una gran satisfacción durante la hora y media larga que duró el show.
Comienzan y durante las dos primeras canciones el público estaba frío. A partir de ahí ponen toda la carne en el asador y nada fue igual. De repente empiezan a moverse, a intensificar la velocidad del repertorio, a bajarse a cantar y a tocar en medio del público, dejarse manosear, cantar con ellos, arrastrarse por los suelos y todo ello con un sonido casi impecable (exceptuando que al principio el micro estaba un poco bajo y que al bajista se le desenchufó el cable en un par de ocasiones, nada grave) sin hablar de la ejecución de los temas y el feeling que había sobre el escenario entre ellos, mucha complicidad y ganas de dejar el pabellón bien alto. Las primeras filas estaban extasiadas mientras que atrás, por mucho que intentaran mantener la pose no podían parar de mover la cabeza y los pies.
La banda aprovechó para presentar unos cuántos temas de su nuevo e inminente álbum, Black Lightning. Sin embargo las que mejor sonaron en mi opinión fueron pepinazos como One Big Party o sobre todo Vodoo Train, extraordinarios y con un público y una banda entregados en plena sintonia. Eché de menos una de mis favoritas, Testify, pero en qué concierto no falta una canción que nos encanta. Después de volver para tocar los bises cerraron con un himno que nadie se esperaba y que fue el colofón (o colocón musical) perfecto para una noche mágica. El Highway To Hell de AC/DC con el que nos dejaron a todos mirándonos las caras y sonriendo, telepáticamente diciéndonos que no podían haber terminado más a lo grande.
Más tarde sesión paciente de fotos, sonrisas, firma de discos y alguna negociación con alguna groupie con el chip activado de acoso y derribo. Cervecita y a la cama, que habia que madrugar. Eso sí, me costó coger el sueño, tenia el corazón a ritmo de punk rock y los berridos de Lisa arañando mi cerebro.
12 comentarios:
Doy fé, mon amie, fue una cosa dexagerá.
En mi Top 3 de Shows del 2010, junto a AC/DC y Loquillo.
¡Muy grande esta mujer! (en todos los sentidos) Es un valor seguro. Estoy deseando escuchar su nuevo disco, porque los dos anteriores fueron soberbios.
Ganas tengo de verles en directo, y eso que al igual que tu solo he escuchado unas pocas veces uno de sus discos. Esta gira me ha sido casi imposible, tenia mucho concierto acumulado.
Saludos!!!!!
Esta vez me los perdí para reservar fuerzas con Nick Curram & The Lowlifes. A todo no se puede!!
Me alegro que por el sur vais teniendo más conciertos.
Saludos.
No me extraña que no pudieras coger el sueño, esta banda es una bomba de relojería. En Bilbao la Kekaula estuvo un pelín fria sobre el escenario pero cuando hablé con ella estuvo muy simpática.
Aquí no cayó Highway To Hell y aunque hayan olvidado prácticamente todo lo anterior a "Have a Little Faith", Voodoo train sonó de muerte y One Big Party idem.
A ver si sale el dichoso disco ya. Lo he podido escuchar una vez, sólo una y lo he contado. Cuando aterrice no se parecerá en nada pero bueno...jajaja
Felicidades por el Show
Aquí estarán el domingo. Espero no perdérmelos, siempre que los he visto en directo me han dejado satisfecho!! Saludos.
Por lo visto hay unanimidad respecto al show de Bellrays. Y yo no voy a ser menos.
http://www.carleso.com/1368/the-bellrays-en-sevilla
con muchas ganas de volverlos a ver!!!
Un concierto increíble, la verdad. Al día siguiente apenas pude concentrarme en el trabajo: me sentía flotando (¡como Lisa durante del concierto!). Y ese final... "Unbelievable". Lo digo por doquier: uno de los conciertos más divertidos que he presenciado nunca. Cheers!
Interesante...
Yo también les vi... y qué decir. Nos vapulearon de lo lindo.
Grandes.
Creo que no hay color. Todos los que lo han visto coinciden.
Liou, Carlos, Karmen... BIENVENIDOS!
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