NEW YORK DOLLS - Dancing Backward In High Heels (2011)

Cuando uno adora a una banda desde que es un renacuajo y de repente ve que sus ilusiones toman cuerpo en forma de reunión es muy excitante. Habían sonado tantas veces en mi reproductor los chicos comandados por Johnny Thunders y David Johansen, leído en multitud de ocasiones referencias, oído a tantos grupos mencionarlos, versiones, etc. que escuchar un nuevo discazo como One Day It Will Please Us To Remember Even This y sobre todo verlos un par de años más tarde en directo fue la hostia. Sin Thunders, Nolan ni Arthur Kane (fallecidos) pero, con dos fenómenos como Steve Conte y Sammi Yaffa rellenando el vacío con nota y otorgándole una dosis de carisma al comeback.

En 2009 editan su segundo trabajo tras la reunión. Cause I Sez So me pareció mediocre, se alejaba mucho de la línea de su sonido y además había unos cuantos temas que no daban la talla. Aún así tenía buenos momentos y alguna que otra canción muy disfrutable, pero pasaban el corte por los pelos. Lo escuché durante una semana y ahí se quedó, en el limbo de los discos que cuesta repescar. Hoy lo he vuelto a hacer. ¿El motivo? Verificar si me estoy volviendo loco o "las muñecas de Nueva York" van en picado hacia el abismo. Y no, no es así. Digo... que no me estoy volviendo loco.

Ya no queda nada de los New York Dolls, aquella banda escandalosa, pionera en el punk, de putones travestidos y diversión a raudales. Ahora son un grupo con canciones aburridas, absolutamente alejada del rock sucio que tanto me enganchó y con unas metas muy lejanas a lo que cualquier fan podría esperar. The Sylvain & Johansen Project podríamos llamarlos. Han agarrado el nombre que les convirtió en un referente y aunque se dediquen a hacer música totalmente distinta siguen utilizándolo. Tienen todo su derecho. Pero sería preferible para la inmensa mayoría que si van a suavizar y cambiar los parajes de la música que los convirtió en grandes, que lo hicieran bajo otra denominación que no fuera la del grupo en el que también militaba un tal Johnny Thunders a la guitarra y que no habría permitido esta degradación... más aún cuando apenas hay guitarras que llamen mínimamente la atención del oyente. Para hacer esto es mejor que lo dejen en este momento. O al menos que compatibilicen sus carreras en solitario con la de la banda que tanto adoramos. Así podrían dar salida a esas inquietudes musicales tan alejadas del rock & roll primitivo que deberían abrazar. Eso nos gustaría, claro.

Dancing Backward In High Heels (a la venta el 14 de marzo) es el peor disco de su carrera, con diferencia. Prefiero seguir recordándolos como las pendonas sucias y salvajes que eran hace tanto tiempo...

Por cierto, parece ser que ni Conte ni Yaffa están ya en la formación. Definitivamente se quedan con Michael Monroe, al menos de momento. Eso explica muchas cosas.