miércoles, 25 de marzo de 2015

ST. PAUL & THE BROKEN BONES - Teatro Barceló, Madrid (16/3/2015)


Nada más llegar al teatro Barceló me encontraba con un amigo en la puerta, responsable de la producción de muchos de los conciertos que allí se ejecutan, entre ellos este. "Son buenísimos, pero no te vayas a esperar un concierto muy movido". Bien, juzgando el excelente disco del año pasado, esto debería de haber sido una verdad como un templo. Un trabajo muy grande, Half The City, pero con más momentos pausados que marchosos. Sin embargo, muchas bandas son conscientes de lo que tienen que hacer para meterse al público en el bolsillo desde el minuto uno y Paul Jenaway y sus secuaces salieron al ruedo e inmediatamente se pusieron a puerta-gayola ante el respetable. Y le hicieron bailar.


Es impresionante como una banda joven, muy joven, con un solo disco en el mercado y en su primera aparición en la capital de la piel de toro, puso a todos en pie, gritando, cantando, bailando, divirtiéndose como si les fuera la vida en ello y con sonrisas de oreja a oreja. No veía un show de soul tan especial desde aquel concierto de The Excitements, con una Koko Jean Davis enganchándose el peso del público a la espalda y catapultando sus expectativas muy por encima. Eso fue lo que sucedió. Los jovencísimos vientos estuvieron bien; el batería, entusiasta; su guitarrista inspirado por momentos pero en general tímido; el teclista con muchas tablas y excepcional con el sonido hammond; y su bajista, Jesse Phillips (co-líder de la banda), el más activo después del corpulento cantante. Y de Paul Jenaway, qué decir... ha nacido una estrella. Ya no hay cantantes apenas que consigan una importante repercusión, pero su forma de moverse y bailar cómicamente, sus gestos lujuriosos hacia el respetable y su micrófono (aún sabiendo que su cara de empollón pagafantas y su físico a poca gente puede excitar), sus bromas al tendido, su actitud, su control absoluto del escenario y de la energía del público y su mastodóntica voz lo convierten en todo un acontecimiento en el mundillo del nuevo soul. Impresionante.


Siendo conscientes de que su repertorio no puede sustentarse solo con su único disco hasta ahora, se permitieron el lujo de versionar a Otis Redding (por partida doble), Sam Cooke, Bowie e incluso se marcaron un maravilloso Fake Plastic Trees de Radiohead en clave soulera. Todo ello unido a temazos de su reciente álbum, que suenan a himnos, como Call o la estremecedora Broken Bones & Pocket Change. Los allí presentes estaban entregados y la banda emocionada por tan calurosa acogida y por los vítores que allí se sucedían. Cánticos de Oé, oé, oéee! que ya hicieron que se mearan en los pantalones encima del escenario. Finalmente nos dejaron una sorpresa para el recuerdo que no estaba planificada inicialmente en el set-list. Una atronadora y alargadísima versión del Try A Litlle Tenderness nuevamente de Otis Redding, con finjido desmallo incluido de Paul para volver a saltar sobre el micro y terminar el show con todos y cada uno de los allí presentes en la maldita palma de su mano. Enormes.


Si entraron a puerta-gayola no fue menos la salida, por la puerta grande, las dos orejas, el rabo y los genitales de todos los especímenes que allí nos dimos cita. Esto es clavarla a la primera. Si consiguen enganchar a la gente en cada uno de sus bolos de esta manera no tengo ninguna duda de que dentro de poco van a estar en boca de todos. Y es que St. Paul debería ser santo de la devoción de todo aquel a quien le guste una buena dosis de soul sureño, tierno, lascivo y divertido a partes iguales.

2 comentarios:

PUPILO DILATADO dijo...

Si el concierto de los St. Paul ha debido ser antológico tu crónica ha sido brutal, con textos tan apasionados y emocionados como el tuyo dejan bien a las claras no solo la bandaza que teníais delante sino también la energía que se desprendía entre banda y público.

En un post anterior en Pupilandia y que no venia a cuento un anónimo me daba las gracias apasionadamente por habérselos descubierto y haber podido asistir al concierto de su vida, obviamente me volví a acordar de ti porque me los descubriste tú.

Hacia mucho tiempo que no me ponían los dientes taaaan largos con un concierto, wow!!!

javistone dijo...

Qué suerte! Esta banda sin hacer ruido nos ha alegrado la existencia a muchos de nosotros. El disco es una maravilla, tienen canciones que las escucho casi a diario, no digo más...
Saludos!