DANKO JONES - Below The Belt (2010)

Se me acumulan los discos que quiero comentar desde hace siglos y que por un motivo u otro los he dejado en el tintero. Seré breve. Danko Jones ha vuelto a dejar el pabellón muy alto. Below The Belt (en Spotify) es un discazo, de lo que más he escuchado este año y también con lo que más he botado. Pepinazo tras pepinazo, así se las gasta el canadiense. No creo que sea su mejor disco porque soy un incondicional de Born A Lion y We Sweat Blood, sus dos primeras obras y con las que lo descubrí en su día, aunque todo el mundo sitúe por encima Sleep Is The Enemy. ¿Qué más da? Aquí vuelve a pisar el acelerador y a derrochar energía y agresividad.

Su último trabajo de estudio flojeaba un poco por esa textura algo más comercial que le imprimió a algunas canciones. Se metió en un terreno en el que no pinta nada. No creo que haya nacido para aparecer en las fm's sino para reventar recintos en directo y que sus canciones suenen a carajo sacado en el coche o cuando te levantas por la mañana, para hacerlo con toda la energía que la jornada necesita. Se redimió bastante con el B-Sides, un más que recomendable disco de rarezas y canciones desechadas, muy extenso pero con un material que resulta incomprensible pensar por qué se quedó fuera de otros trabajos. Ahora Below The Belt vuelve a colocar a Danko en lo más alto del rock internacional. Una de las cabezas visibles, sin duda.

Mi favorita del disco es la marchosa Active Vulcanoes pero cualquiera de las 7 primeras canciones podría obtener este galardón. The Sore Loser flojea un poco pero luego vuelve a cerrar el disco con maestría. La producción a la altura e incluso los videclips tienen un aire cinematográfico genial. Lo más curioso es que mucha gente que conozco y que no pensaba yo que pudieran tener ni la más mínima idea de quien es este hombre empiezan ya a hablar de él y eso me llena de orgullo. Danko lo está consiguiendo y aún le queda mucha cuerda. Despacito pero con buena letra, se está haciendo un nombre cada vez más grande y en los tiempos en los que estamos eso no es tontería.