Primer día del último mes del año. Frío, mucho frío. Las calles y el ambiente están húmedos y apetece una tacita de chocolate caliente viendo una buena película. Bueno, hay otras cosas que a uno le pide el cuerpo. También apetece un concierto de Mark Lanegan, la verdad. El estado de ánimo es ideal y llevo meses sin parar de escuchar su último trabajo junto a la Campbell. Hawk (en Spotify) es un disco mayúsculo, si uno ha escuchado los otros dos capítulos de la colaboración entre ellos no puede sentirse defraudado por este. Las canciones vuelven a tornarse sombrías y la voz rotunda y profunda de Mark Lanegan junto al frágil susurro de Isobel Campbell crean una atmósfera idónea para esos días en los que uno no quiere escuchar emociones fuertes sino más bien un poco de angustia o de nostalgia. Y lo consiguen, eso seguro.
Nos plantamos en el Teatro Central y tras pedir un par de cervezas entramos un rato a escuchar al telonero, Harper Simon. Tras varias canciones decidimos que preferimos disfrutar fuera de otro par de cervezas y nos retiramos hasta que empiece la pareja. Y empiezan. La iluminación está muy cuidada. Muy tenue y siempre en contraluz, casi no se les ven las caras. Lúgubre. A mi personalmente me gustó que fuera así. Se suben al escenario e inmediatamente comienzan a desgranar de seguido y en el mismo orden casi la primera mitad de Hawk, lo cual es perfecto puesto que son todas canciones redondas. La preciosa We Die And See Beauty Reign; la sublime You Won't Let Me Down Again (de lo mejor que han hecho juntos); Snake Song, tema enorme con el bombo marcando la pauta a las guitarras que dibujan un sonido de épica y casi les dictan los fraseos que tienen que cantar; Come Undone, teclados y guitarra minimalista sincopada que dejan todo el espacio del mundo a las arrugas de la voz de Lanegan, sonando grande; No place To Fall, otra preciosidad donde el de Seattle cambia de registro y deja las profundidades de su voz para hacerla sonar más delicada y suave, que también el tío tiene otras texturas que ofrecer. El show va funcionando a la perfección. Isobel Campbell sin parar de mirar al cielo en todo momento. Lanegan sin parar de mirar al suelo, con el micro agarrado con las dos manos. A veces levanta la cabeza y observa al público... acojona tela, tiene lo que en La Chaqueta Metálica llaman "la mirada de los mil metros".
Tras varios temas más él abandona el escenario con un escueto "thank you". Todavía no le hemos visto sonreir y dudamos de si tendremos ese privilegio. Aquí empieza lo que quizás fue la parte más floja del concierto. No por nada sino porque la mayoría probablemente fuimos a escuchar y ver al ex cantante de los Screaming Trees y sin su presencia y el retumbe de sus cuerdas vocales aquello perdía un poco. Cuando volvió a subir al escenario la cosa se equilibró de nuevo. Y así unos cuantos temas más haciendo repaso de sus otras dos entregas discográficas.
Me llama la atención que la banda, exceptuando a un excelente guitarra solista no tienen demasiado trabajo. Son canciones tan suaves la mayoría que por las caras de ellos parecen incluso aburrirse. Eso sí, el calvete le da a la acústica de cojones y a la eléctrica le saca unas ejecuciones que fueron de lo mejor de la noche. Por fin alguien que se movía y parecía disfrutar en el escenario, sin pose y con sangre en las venas.
Va llegando el final y para los bises se han dejado varios ases en la manga. En primer lugar Ramblin' Man, de su disco debut Ballad Of The Broken Seas y una de las más conocidas. Todo el teatro celebra escucharla, no es para menos. Luego Get Behind Me, la canción más acelerada de Hawk y con la que por fin parece que todos se divierten. La guitarra electrica se desata con el solo y nos demuestran que si les apeteciera también podrían rockear duro. Para terminar Wedding Dress, temazo del Bubblegum de Lanegan en solitario. Cierra a su manera con una canción suya. Y vaya canción.
Más tarde salieron a hacerse fotos y a firmar autógrafos y parecían muy amables aunque un poco incómodos, pero sabiendo que es parte de su trabajo. Parece que casi todos coincidían en que habían vivido una gran noche y que había gustado. Afortunadamente parece que poco a poco Sevilla va asomando la cabecita de vez en cuando y está trayendo artistas que hace 4 ó 5 años eran absolutamente impensables. Sigue siendo algo ridículo en comparación con ciudades 5 veces más pequeñas cuya oferta es inmensamente superior. Sin embargo la noche del miércoles uno de junio habia alrededor de 100 personas viendo lo que tenían que decir Lanegan e Isobel Campbell y aunque no se vendieran todos los tickets creo que fue la afluencia perfecta. Ojalá las mareas no cambien y poco a poco la oferta de esta ciudad siga creciendo un poquito cada año y trayendo músicos de este calibre. Ya tocaba que fuera así.
6 comentarios:
Es verdad que Sevilla parece que ha espabilado a nivel de bolos,aqui en Malaga seguimos en la prehistoria! Una verdaera calamidad, y cuanto viene alguien ,no te cuento el desastre de publico!
Grab cronica por cierto!
Un abrazo
No pude ir al show de BCN, por lo leido veo que la cosa no estubo nada mal, excelente desglose de lo que paso por el escenario, saludos.
TSI-NA-PAH: El concierto estuvo muy bien. Aquí parece que la gente espieza a moverse un poco pero sigue siendo un gran riesgo ser promotor de conciertos en una ciudad de sombrero y pandereta. Supongo que algo parecido a Málaga.
Ofersan: Fue una interpretación magistral de todas las canciones. Aunque se hubiera agradecido algo más de interacción con el público o algo de improvisación. Aunque ya se sabe que con estos dos de eso poco.
Gracias a los dos.
Yo también creo que estuvieron gigantes.
Y dentro de 10 días Micah P. Hinson, ¿no?
¡Mismo lugar y misma hora!
:-)
Unas semanas antes fui al Central a ver a Greg Dulli y estaba prácticamente vacío... Conozco a la persona que lo trajo y me pareció desolador aquello. Yo agradezco enormemente que haya gente en Sevilla que se arriesgue a traer conciertos de calidad, es amor al arte puro y duro. Nos veremos en el de Hinson, no?
Me fui pitando del concierto de Lanegan para no cruzarme con él. Ni dirigí la mirada al stand del merchandising. De verdad que no podría soportar tenerlo enfrente diciéndome "Hi"... Glups.
Karmen: no se si podré ir. A ver si me escapo del curro o me invento alguna excusa.
Lu: Yo a Greg Dulli no pude verlo pero tb es cierto que casi coincidió con los Bellrays y que no vi absolutamente nada de publicidad por ningún lado. A mucha gente se lo dije después y no se creían no haberse enterado. Yo sí me quedé y me hice una fotito de rigor. Hablar con él no porque mi inglés es de la LOGSE :D
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