RIVAL SONS - Rival Sons (2011)

Hay estilos que están tan trillados y que han sido tan manoseados durante décadas que para muchos han perdido gran parte del interés. Un porcentaje de culpa la tienen infinidad de bandas que han ido erosionando este atractivo y se han limitado a imitar o exagerar a las bandas que eran un referente. Hablo de Led Zeppelin, Black Sabbath, Deep Purple y todos aquellos clásicos que hicieron gigante el rock más agresivo de los 70.

De repente uno se cerciona de que, a veces, los milagros existen. Llámese Wolfmother o Rival Sons. Los primeros supusieron una nueva dosis de fe para todo aquel que veía extinguido el talento del hard rock clásico y aunque son bastante intermitentes, dejaron más que claro (o más bien Andrew Stockdale dejó claro) que de talento va sobrado y que no fue ninguna casualidad con su segundo lp, Cosmic Egg.

Mi interés y mi curiosidad por Rival Sons viene de verlos en el cartel del Azkena. Me estoy haciendo una lista de Spotify con canciones de los grupos que veremos en el décimo aniversario del festival y me han llamado muchísimo la atención. Ha sido una bofetada en la cara. Supongo que no servirá de mucho analizar sus maneras cuando ya os he dado pistas suficientes de cual es el palo que practican y cuales son sus bandas referente. Pero sí os puedo decir que estos cuatro californianos son discípulos bastante aplicados, que tienen muy asimiladas las influencias de finales de los 60 y los 70, que son excelentes músicos y que su frontman tiene una voz extraordinaria que no tiene que rendir pleitesía a casi nadie y que podría mearse encima de muchos. Añadidle extraordinarias canciones a la fórmula y ya tenemos nuestra ecuación.

En 2011 han editado el homónimo Rival Sons, un ep que desprende el mismo entusiasmo, rabia y encanto que su primer larga duración de 2009 Before The Fire. Allí ya no había quien pudiera encontrarles algo reprochable y en este siguen la misma senda. Ahora solo queda un mes para comprobar cómo se las gastan en directo. Hagan sus apuestas.